Psicología Evolutiva I pertenece al ciclo básico y está ubicada en el segundo año de la carrera.
Complementada con Psicología Evolutiva II, se trata de una Psicología Evolutiva del Ciclo completo de la Vida, que se centra en la descripción y explicación de los procesos evolutivos en el curso del desarrollo humano, desde la concepción hasta la muerte.
Si bien su nombre es Psicología Evolutiva, no nos remitimos a una perspectiva teleológica o naturista. Se entiende en esta asignatura que las condiciones biológicas son necesarias pero no suficientes, ya que los cambios están contextuados en un medio naturalmente humano, el socio-cultural, que es además esencialmente cambiante, donde se inscribe, también, la particularidad de cada sujeto.
En este campo nos enfrentamos a una variedad de conceptos tales como: maduración neurológica, tono muscular, reflejos, esquemas de acción, hábitos, etapas libidinales, etc.
Esto hace que admitamos que esta Psicología no es una teoría, antes bien, como dice Carriolo, es un "entrecruzamiento de saberes" proveniente de diversas teorías que configura así un enfoque pluralista que debe articularse con el niño concreto.
La pregunta es ¿cómo el ser humano, desde esa condición cuasi puramente biológica pasa a ser sujeto de la cultura? ¿Cuáles son las mediaciones intervinientes?
En este planteo es ineludible la confrontación con el factor tiempo. Respecto a esto es necesario hacer algunas apreciaciones: en primer lugar se lo entiende como historicidad, donde el pasado cobra eficacia psíquica, en oposición a concepciones lineales donde lo pasado caduca.
Esto nos remite a conceptos como fijación, regresión, retroacción, significación "a posteriori".
En segundo lugar es necesario precisar el valor que se le atribuye a la edad cronológica. Si bien los cambios ocurren en el tiempo, éste no es el causante de los cambios. La edad sólo es un indicador de lo que suele ocurrir en un período cronológico determinado.
De todos modos, aunque no haya cronologías estrictas, hay momentos para que las cosas se produzcan. Hay desarrollos esperables en determinados momentos, comprendiéndoles con las consiguientes diferencias individuales.
Es decir, que tratando de superar un nivel descriptivo, podemos referirnos a esta Asignatura como la que procura explicar la estructuración del psiquismo y la peculiar organización y funcionamiento de sus diferentes aspectos en los distintos momentos del desarrollo del sujeto.
La edad cronológica es una etiqueta bajo la cual habría que colocar una serie de variables y procesos interrelacionados, que actúan a lo largo del tiempo y que son los responsables del cambio.
Estos cambios observables, parecen presentarse con cierta regularidad y también con una relativa universalidad -en determinados momentos del desarrollo- que permiten el uso (por distintos sistemas psicológicos) de conceptos como etapas, fases, posiciones, estadios referidos al desarrollo.
Esto permite ofrecer parámetros de crecimiento, desarrollo y maduración, siempre teniendo en cuenta que están multideterminados por las experiencias familiares y del medio social en que está inserto el niño.
Estos parámetros resultarán útiles para las futuras prácticas del profesional fonoaudiólogo, tanto en el ámbito de la prevención como en el de la clínica fonoaudiológica frente a las diferentes patologías.
Además, esta asignatura aporta un enfoque integrador del ser humano .
El abordaje que se hace desde las diferentes teorías de las distintas funciones que se desarrollan y que se integran en la personalidad del sujeto concreto, marca una postura frente a cualquier patología que se enfrente desde el ejercicio profesional y es que no debe circunscribirse a ella, sino entender que es el ser humano en su totalidad el que está afectado.
Adherimos a Jerusalinsky quien dice que los sistemas representantes del cuerpo y su funcionamiento con relación al medio circundante, se diferencian principalmente a partir de su dimensión mental. Siendo esta dimensión, propiamente psíquica la que los organiza y le confiere su particularidad.
Tratamos, entonces, de transmitir a nuestros alumnos que frente a un síntoma -ya sea tartamudez, disartria, hipoacusia, etc.- es importante tener en cuenta que no solo afecta el área específica sino a la totalidad de la persona y su grupo familiar. Y, además, que ese niño, adolescente, adulto o viejo con un nombre, con una historia está inserto en una determinada estructura familiar y hará de ese síntoma una particularidad.
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